El vínculo presidencialismo figuras jurídico políticas, es contradictorio. La división de poderes inglesa, motivó los frenos y contrapesos norteamericanos, indicativos de su inviabilidad. En México, la división ha coexistido con el presidencialismo a lo largo de la historia, si bien, cuestionada formal y materialmente, dada la facultad del Ejecutivo de elegir la terna integradora de la Corte, cúspide del Judicial. Volviendo nugatoria la división de poderes, amén del régimen de responsabilidades del Ejecutivo. Así, enfrentamos dos alternativas, consolidar el presidencialismo, legitimo a raíz del triunfo obradorista de 2018 o, implementar un régimen parlamentario, en que la división de poderes, Ejecutivo-Legislativo, es inexistente. López Obrador propuso modificar el régimen de responsabilidades del presidente, coexistiendo incluso con la vigente intromisión Ejecutivo Judicial. Los controles al presidencialismo incluyen el diseño de mecanismos noveles, integradores del Poder Judicial, incluyendo la elección por voto popular.