El estudio desarrollado permite determinar la cantidad máxima de aditivos que puede contener la cerámica, empleada en la fabricación de ladrillos. Los aditivos estudiados corresponden a residuos producidos por diferentes industrias, lo que permite una revalorización de dichos residuos y disminuye el impacto que estos causan al medio ambiente. Se han estudiado concentraciones de aditivos que permiten disminuir notablemente la conductividad térmica de la arcilla cocida. Esto influye en la disminución de la transmitancia equivalente de la fábrica de ladrillo ejecutada. De esta manera los cerramientos realizados con ladrillos aligerados presenta una menor cantidad de pérdidas térmicas y por tanto una disminución de la energía necesaria para su climatización. Todo ello garantizando la resistencia mecánica de los ladrillos así fabricados. Como efectos transversales se han puesto de manifiesto la reducción de la densidad de la arcilla cocida lo que implica menores costes de logística y acceso a mercados nuevos. Se destaca la disminución de los costes productivos de estas arcillas aligeradas, ya que el aditivo desprende energía en su combustión que reduce la demanda de energía del horno.