Este libro no podía llegar en un tiempo más pertinente que éste. Por mucho tiempo mi amada esposa, la pastora Gladys, sabía que tenía que escribir un libro que relatara parte de su vida. Un libro en el cual narrara cómo Dios llegó, transformó y devolvió la imagen correcta que había sido deformada por el pecado. Ese tiempo llegó ahora. El nuestro es un mundo que cada día llama bueno a cosas que no lo son. La falta de moral y principios divinos están trastocando las fibras más íntimas de la familia. Los pecados sexuales son cada vez más admitidos como normales y se pretende decir que es parte de las culturas vanguardistas que se encuentran en pleno desarrollo. En este libro verás cómo la imagen de una niña fue trastornada por la desinformación y el desconocimiento de un padre que siempre quiso tener un varón y sin saberlo marcó su frágil vida y la lanzó en brazos del lesbianismo. Sin embargo, Cristo llegó en el momento justo, y esta vida fue renovada y vuelta a la identidad correcta, la identidad que Dios nos dio en el Edén. Hoy su testimonio se levanta como evidencia contra los que dicen que no se puede salir de la homosexualidad, alegando que se nace así. No y mil veces no, no se nace así, y Cristo puede transformar cualquier vida que en Él cree.